La misión del Fly High Bird Club es capacitar a los jóvenes colombianos para que aprendan, aprecien y conserven su biodiversidad a través de actividades divertidas y atractivas de educación ambiental y trabajo de campo. El Bird Club tiene su sede actualmente en la montaña única de Sierra Nevada de Santa Marta y la costa caribeña. Trabaja con comunidades vulnerables y desfavorecidas que de otra manera tienen acceso limitado […]

Lee mas

La misión del Fly High Bird Club es capacitar a los jóvenes colombianos para que aprendan, aprecien y conserven su biodiversidad a través de actividades divertidas y atractivas de educación ambiental y trabajo de campo. El Bird Club tiene su sede actualmente en la montaña única de Sierra Nevada de Santa Marta y la costa caribeña. Trabaja con comunidades vulnerables y desfavorecidas que de otra manera tienen acceso limitado o nulo a experiencias y recursos educativos de calidad.

Al trabajar con los jóvenes marginados, queremos crear conciencia entre las nuevas generaciones sobre la abundancia natural que los rodea, en particular, pero no exclusivamente, las aves. Esta exploración conduce a la comprensión de la naturaleza y sus procesos, y luego se convierte en apreciación. El aprecio por los paisajes locales puede desarrollarse y convertirse en amor por la naturaleza. Esa es la semilla de una nueva generación de conservacionistas jóvenes y apasionados.

Nuestras actividades educativas son siempre informales y voluntarias. Dependiendo de la ubicación del Bird Club, colaboramos con diferentes organizaciones que pueden trabajar con los niños de las comunidades locales. El Bird Club es un programa de educación informal independiente que no se compromete con los planes educativos nacionales. En cambio, ofrece una actividad voluntaria fuera de la escuela para los interesados.

Construimos nuestras actividades educativas en torno a 3 pilares principales: observación de aves, arte/fotografía e inglés.

La observación de aves es la razón perfecta para llevar a los niños al aire libre y hacer que disfruten y exploren la naturaleza y la vida silvestre. En estas excursiones, siempre tenemos una guía de observación de aves, binoculares y una herramienta educativa en la mano: una aplicación, un folleto, etc. Esas clases a menudo incluyen fotografía, ya que es una excelente manera para que los estudiantes encuentren los detalles que más les interesen. La lente de la cámara ayuda a los estudiantes a apreciar cada detalle del ecosistema al permitirles capturar los elementos que hacen que su hogar sea tan único.

También utilizamos el arte como una herramienta de expresión personal y una forma divertida de consolidar conocimientos sobre los temas aprendidos durante nuestros talleres. Por último, siempre integramos el inglés en nuestras clases. A medida que el Bird Club aborda los desafíos globales a escala local, las comunidades necesitan las habilidades para comunicarse y acceder a la información de la escena global. Es por eso que usamos el inglés como una herramienta de empoderamiento para que los niños obtengan acceso a más información y recursos disponibles en este idioma global.

Siempre trabajamos para lograr resultados tangibles, como realizar un mini BioBlitz, analizar la calidad del agua y hacer que la ciencia ciudadana contribuya a los esfuerzos de conservación global.

Actualmente, tenemos actividades con 2 comunidades rurales en la Sierra Nevada de Santa Marta en Colombia. En Guachaca trabajamos con 10 jóvenes en alianza con Costeño Social. En las montañas de La Tagua trabajamos con 20 estudiantes de la escuela local. Todos nuestros estudiantes tienen entre 13 y 20 años.