El macizo Sinjajevina-Durmitor es el segundo pasto de montaña más grande de Europa, con más de 1000 km.2 entre 1600 y 2200 m, con una biodiversidad única construida a través de milenios de usos pastoriles. Sin embargo, un proyecto para construir un polígono de entrenamiento militar en el área de Sinjajevina, la mitad suroriental del macizo, amenaza no solo su biodiversidad y los servicios del ecosistema que dependen de […]

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El macizo Sinjajevina-Durmitor es el segundo pasto de montaña más grande de Europa, con más de 1000 km.2 entre 1600 y 2200 m, con una biodiversidad única construida a través de milenios de usos pastoriles. Sin embargo, un proyecto para construir un polígono de entrenamiento militar en el área de Sinjajevina, la mitad suroriental del macizo, amenaza no solo su biodiversidad y los servicios del ecosistema que dependen de la forma de vida de los pastores, sino también el sustento de cientas de familias a su alrededor. Sinjajevina está en el corazón de Reserva de la Biosfera de la UNESCO de la Cuenca del Río Taray tiene dos Sitios del Patrimonio Mundial de la UNESCO en su extremo norte. 

UNA FORMA DE VIDA ANCESTRAL Y SOSTENIBLE EN PELIGRO

La rica diversidad biocultural de Sinjajevina no es solo un producto de la naturaleza, es la herencia de siglos de comunidades pastoriles locales, una simbiosis de la sociedad y el medio ambiente, y un legado de historia social sostenible. Estos ecosistemas genuinos existen debido al uso cuidadoso y la gestión concertada, generación tras generación, por las comunidades de ganaderos. Por lo tanto, el ecosistema en sí mismo depende de la presencia y actividad segura de estas comunidades. Los asentamientos pastoriles de las tierras altas o "katunes" dispersos en el territorio de Sinjajevina, cada uno con sus propias reglas de gobierno de los comunales en relación con el momento del acceso a los pastos y las formas de usarlos para garantizar su durabilidad. Estos distintos katunes que se cuentan por decenas, pertenecen a 8 grupos tribales principales.

LOCALES CONTRA EL POLÍGONO MILITAR

En septiembre de 2019 a mitad del proceso de declarar a Sinjajevina un Parque Natural Regional, el gobierno montenegrino inauguró un polígono de artillería y comenzó entrenamientos militares junto a otros miembros de la OTAN (EEUU, Austria, Italia, Eslovenia) en el corazón de estos pastos, dentro de la Reserva de la Biosfera de la UNESCO. Esto se ha llevado a cabo sin ninguna evaluación disponible públicamente de impacto ambiental, ni de salud, ni de impacto económico o de impacto sobre el patrimonio cultural, ni negociación coherente con las comunidades pastoriles directamente afectadas ni ningún respeto aparente por sus derechos legales. Al mismo tiempo, el gobierno ignoró una petición lanzada por asociaciones locales y las principales organizaciones ambientales del país, pidiendo que se detuviera el campamento militar firmado por más de 3,000 ciudadanos montenegrinos.

La construcción y el uso de un polígono de artillería, no solo viola los derechos tradicionales de las poblaciones locales a la naturaleza desde un punto de vista legal, sino que también desde un punto de vista científico. El ecosistema pastoril en sí y los servicios del ecosistema que proporciona dependen de la presencia y actividad segura de las comunidades pastoriles , y como eso está siendo seriamente amenazado por este polígono militar, lo está siendo también la continuidad de los ecosistemas actuales. 

Las actividades militares también podrían contaminar el agua y dañar a los humanos y animales que la beben. El epicentro del polígono militar es Savina Vode, la fuente de agua más importante en la montaña, donde el agua es el principal factor limitante para la vida humana y el ganado. 

Al mismo tiempo, los impactos en las plantas locales ponen en peligro no solo a los animales y humanos que las consumen, sino también al mercado de carne y productos lácteos. ¿A quién le gustaría comprar productos de un terreno bombardeado por la artillería y un vertedero de armas viejas?

Frente a estos hechos, las comunidades locales y activistas de todo Montenegro y otros países europeos han comenzado a unirse y planear acciones para denunciar el delito grave del gobierno de Montenegro contra su propia gente.

RIQUEZA BIOLÓGICA DE SINJAJEVINA

Sinjajevina es identificada como Área Importante para la conservación de las plantas (IPA), parte de la Reserva de la Biosfera de la UNESCO de la Cuenca del Río Tara y limita al norte con el Parque Nacional Durmitor, uno de los más antiguos de los Balcanes. Sinjajevina es también un sitio propuesto de la red EMERALD que implica su declaración automática como área NATURA 2000. Mientras Montenegro está en conversaciones de adhesión con la UE, el establecimiento de la red ecológica europea NATURA 2000 es imprescindible antes de entrar.

De acuerdo con la Estrategia y Plan de Acción Nacional de Biodiversidad de Montenegro 2016-2020, Sinjajevina debe declararse como parque regional antes de finales de 2020. También se propone un sitio más grande para la protección de las aves en Sinjajevina. Para especies de aves de áreas rocosas abiertas Sinjajevina es el área más importante de Montenegro. Entre ellas destacan la perdiz griega (Alectoris graeca), la bisbita campestre (Anthus campestris), la alondra cornuda (Eremophila alpestris), y el roquero rojo (Monticola saxatilis). Sinjajevina es también el hábitat de caza de 5 a 10 parejas de águilas reales (Aquila chrysaetos) que anidan en los cañones circundantes de los ríos Bukovica y Tara. Los escasos bosques boreales en el borde de la meseta están habitados por urogallos (Tetrao urogallus). Los raros prados húmedos albergan una pequeña población de guiones de codornices (Crex crex) La víbora de Orsini balcánica (Vipera ursinii macrops) es una subespecie endémica de los Balcanes que habita en pastizales de alta montaña de los montes Dináricos (Montenegro, Croacia, Bosnia y Herzegovina, Serbia, Macedonia del Norte y el norte de Albania). Siendo el segundo pasto de montaña más grande de Europa, Sinjajevina es uno de los sitios más importantes para esta especie.

Créditos fotográficos y más información:
https://sinjajevina.org/