Los Esvanos, pueblos indígenas del Gran Cáucaso en Georgia, restauraron el cuerpo gobernante tradicional "lalkhor" para detener la construcción de la presa de Nenskra y otros proyectos insostenibles. Muy dependientes de su tierra y tradiciones, los esvanos de las comunidades Chuberi y Nakra están tratando de atraer turistas, viajeros y amantes de la aventura. El salvaje río Nenskra, uno de los mejores para […]
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Los Esvanos, pueblos indígenas del Gran Cáucaso en Georgia, restauraron el cuerpo gobernante tradicional "lalkhor" para detener la construcción de la presa de Nenskra y otros proyectos insostenibles. Muy dependientes de su tierra y tradiciones, los esvanos de las comunidades Chuberi y Nakra están tratando de atraer turistas, viajeros y amantes de la aventura. El salvaje río Nenskra, uno de los mejores para practicar deportes de aguas bravas, está amenazado.
Las ONG georgianas e internacionales están apoyando a la población local con estudios de biodiversidad, geología y turismo. A través del proyecto "Somos Svanetia” se promueven alternativas para el desarrollo sostenible de las comunidades. Las organizaciones también han presentado quejas a los bancos y la Convención de Berna y están creando una fuerte conciencia en Georgia para proteger los ríos.
El Proyecto Hidroeléctrico Nenskra financiado por bancos internacionales (BERD, BEI, BAD) y promovido por K-Water (Corea del Sur) se encuentra en dos de los valles más vírgenes del Gran Cáucaso. Los picos de las montañas, los glaciares, la playa virgen y el bosque de coníferas son el hogar del tur occidental del Cáucaso (Capra caucasica), buitre barbudo (Gypaetus barbatus) y urogallo caucásico (Lyrurus mlokosiewiczi). La población indígena Svan está muy en contra del proyecto ya que amenaza su agricultura y silvicultura de subsistencia. El proyecto consta de presa, túnel de presión, tanque de compensación, tubería forzada, casa de máquinas, caminos de acceso, líneas de transmisión de alta tensión en terrenos de la comunidad de Chuberi. Además, se planea un túnel de transferencia para transportar agua desde el río Nakra hasta el embalse de la presa de Nenskra.
Dado el tamaño de los proyectos hidroeléctricos nuevos y existentes y la infraestructura adyacente, se debe realizar una evaluación ambiental estratégica de la hidroenergía en Georgia para evaluar los impactos y evitar una carga excesiva sobre los ecosistemas fluviales.
Para 2020 no se ha iniciado la construcción de la Presa de Nenskra, salvo algunas vías de acceso. La empresa constructora Salini Impregilo se retiró del proyecto luego de una fuerte oposición de los lugareños, incluidos partidos callejeros y protestas. K-Water firmó con nuevos subcontratistas en 2020: Hyundai Engineering & Construction y Limak, empresas coreanas y turcas famosas por escándalos financieros y de corrupción. Mientras tanto, existe apoyo local para crear un nuevo Parque Nacional Svaneti como una solución a largo plazo para proteger la naturaleza y los derechos indígenas.
Créditos fotográficos:
© Rosa Vroom, www.rosavroom.co 1, 6, 7, 8, 9, 10
© Andrey Ralev, www.perangua.com 2, 3, 4, 5