Lejos de ser una barrera para el turismo, la biodiversidad de las playas representa un gran atractivo para los turistas que quieren disfrutar de paisajes y naturaleza impresionantes.

Hoy es el Día Mundial del Medio Ambiente y en 2020 el tema es la biodiversidad. Como bien especifica la ONU: "Eventos recientes, como los incendios forestales sin precedentes en Brasil, California y Australia, la invasión de langostas en el Cuerno de África y ahora la pandemia de COVID-19, demuestran la relación intrínseca entre los humanos y las redes de vida en las que viven."

El ejemplo de la playa de Carchuna en el sur de España demuestra que nos queda mucho por aprender sobre esta relación y sobre cómo podemos mejorarla. Una relación determinada por decisiones globales, nacionales, locales, y también personales que puede afectar al más vulnerable, en este caso, un pajarito.

El chorlitejo patinegro (Charadrius alexandrinus) es un ave que pasa desapercibida, no sólo porque no la vemos cuando esconde su nido entre la vegetación y las dunas de la playa, sino también porque no vemos cómo su población desaparece. Y es que Carchuna es la única playa de la provincia de Granada y una de las pocas del Mediterráneo, donde aún logra reproducirse.

El hábitat del chorlito ha sido alterado o definitivamente perdido en las últimas décadas en muchas playas por construcciones permanentes o instalaciones temporales. En Carchuna, entre los invernaderos, bares, hoteles, palmeras y campos deportivos, se han conservado algunas últimas hectáreas donde 8-9 pares pueden poner sus huevos. Y cada año se pierden algunas garras y polluelos debido a la maquinaria de limpieza mecanizada o debido a las molestias causadas por los usuarios de la playa. ¡Todo esto resulta de la falta de medidas de protección simples que sean perfectamente compatibles con el acceso de los visitantes a la playa!

Es increíble que en el año 2020 la administración local vea a la biodiversidad como una amenaza para el turismo. ¿Cada metro cuadrado de la playa tiene que ser “limpiado” con maquinaria pesada, desbrozado y aprovechado? ¿Cuál sería el problema si en 4 kilómetros de playa se dejan zonas naturales donde las sombrillas ocupan solamente la parte más cercana al mar y los turistas pasan por pasarelas habilitadas?  

La buena noticia es que en la provincia de Granada hay amantes de la naturaleza que realizan un censo del chorlitejo, detectan los factores que lo amenazan y proponen medidas para su conservación. Y gracias a estas personas el más vulnerable de los vulnerables tiene oportunidad de sobrevivir.

¿Qué podemos hacer para salvar a las aves de la playa?

1. Respete las áreas marcadas y la vegetación natural de las dunas para evitar pisar nidos y polluelos.
2. Acceder a la playa solo a pie.
3. Acceder a la playa solo por pasarelas habilitadas o, a falta de estas, por caminos utilizados regularmente.
4. No recoger plantas ni animales silvestres.
5. Llevar el perro atado, sobre todo en época de cría desde mediados de febrero hasta mediados de agosto.
6. No hacer fiestas, reuniones de muchas personas, fogatas en la época de cría en playas naturales. Uno de los momentos más críticos para los chorlitejos es la noche de San Juan a finales de junio cuando se hacen miles de fogatas en las playas españolas y los chorlitejos tienen huevos.

¿Qué exigir a los ayuntamientos y gestores de las playas?

1. Definir zonas en la playa para la flora y fauna sensible y separarlas de las zonas más transitadas usando postes de madera y cuerdas.
2. Informar a los turistas mediante carteles, folletos informativos y personal especializado.
3. No utilizar maquinaria pesada en las zonas de los nidos, así como en horas de escasa luminosidad.
4. No limpie la vegetación natural durante la temporada de reproducción (15 de febrero al 15 de agosto) para evitar destruir nidos y matar polluelos.
5. No planificar construcciones permanentes e instalaciones temporales en zonas para la fauna y flora sensible, dunas, etc.

Lejos de ser una barrera para el turismo, la biodiversidad de las playas representa un gran atractivo para los turistas que quieren disfrutar de paisajes y naturaleza. Entonces, en lugar de destruir esos ecosistemas frágiles, ¡podemos contribuir a salvarlos y agregar valor a nuestro medio ambiente!